El Parlamento español aprobó el aborto y la autodeterminación de género que permiten a menores desde los 16 años interrumpir el embarazo sin la necesidad del contentimiento de los padres o cambiar de sexo sin la obligatoriedad de informes médicos o psicológicos.
Las dos leyes salieron adelante tras superar discrepancias internas en el Gobierno de coalición de izquierda y frente al rechazo de la oposición de derechas, aunque con el parte del movimiento feminista en contra en el caso del cambio de sexo.
Esta nueva ley del aborto acaba con la necesidad de contar con el permiso paterno para las menores de 16 y 17 años, ya que la mayoría de edad en España es a los 18, permite abortar sin impedimentos durante las primeras 14 semanas de embarazo.
La aceptación se produce después de que el Tribunal Constitucional español avalara la ley del aborto de 2010 aprobada por el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que fue recurrida por el conservador Partido Popular, principal grupo de oposición.