El embajador de Ucrania en la ONU ve inevitable la derrota y «desputinización» de Rusia

Valéncia (EFE).-

El embajador de Ucrania en la ONU, Sergiy Kyslytsya, ha considerado que la derrota de Rusia en la guerra contra su país es «inevitable», que 2023 «puede ser el año» en que ésta se materialice, y que Rusia debe pasar inexorablemente por un proceso de «‘desputinización’ y desnuclearización».

«Desde el inicio de la guerra han fallecido 111.000 rusos, pero parece que a Putin le da igual», ha lamentado en el transcurso de su conferencia “Nuevos conflictos, nuevos retos para construir la paz”, pronunciada en el marco de la Conferencia Iberoamérica sobre mediación y resolución de conflictos internacionales, que concluye este martes en València.

Ucrania propuso la «fórmula para la paz»

«La fórmula para la paz», según ha recordado, «fue propuesta por el presidente Zelenski ante el G-20 el pasado mes de noviembre, consta de 10 puntos, desde la seguridad nuclear hasta el respeto e nuestra integridad territorial o el regreso de todos los prisioneros de guerra».

El embajador ha destacado que Rusia «debe retirar sus tropas del entorno de la central nuclear de Zaporiya, cuyo control debe ser transferido al organismo de control de seguridad nuclear».

Además, ha dicho, se debe garantizar la seguridad energética de Ucrania, que actualmente tiene el 40 % de sus infraestructuras energéticas destruidas por misiles o drones.

Miles de ucranianos cautivos

Sobre los presos y deportados ha asegurado que miles de ciudadanos ucranianos «se encuentran en cautividad rusa y sometidos a torturas brutales. 11.000 niños ucranianos han sido deportados a la fuerza a Rusia, separados de sus padres, especialmente desde la zona de Crimea. Hay que liberar a todas estas personas».

Ha de prevalecer el derecho internacional, sin compromiso alguno con el agresor. Se ha de restablecer el control ucraniano en todos los tramos de su frontera, y se debería crear un tribunal especial para juzgar los crímenes de Rusia contra Ucrania, además de un mecanismo internacional para compensar los daños causados», ha agregado el embajador ucraniano.

Ayudas para el desminado de miles de hectáreas

Por otra parte, ha recordado que los bombardeos rusos han arrasado millones de hectáreas, y alrededor de 200.000 se encuentran minadas. Por ello, ha reclamado la colaboración de equipos expertos en esta tarea de desminado.

«Ucrania no es miembros de ninguna alianza, ha permanecido en una zona gris entre el imperialismo ruso y el perímetro euroatlántico», ha dicho.

«Cuando se empiece a restablecer la seguridad y la justicia, las partes deberán firmar un documento que confirme el fin de la guerra, y los estados que tomen la iniciativa en ello formarán parte de esta convención», ha añadido.

Rusia «no ama ni respeta la paz»

A juicio del embajador, el derecho de veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU «solo tiene sentido si se respetan las reglas», pero «tenemos un país que no lo hace, que no ama ni respeta la paz». Ha recordado las intervenciones militares rusas precedentes en Chechenia, Georgia o Crimea.

«¿Qué pasa? Cada vez que sucede algo ponemos una capa de pintura sobre la pared, pero tenemos hongos en el corazón de la estructura y para eliminarlos hay que rascar hasta la parte sana. En cambio, solo hacemos que poner pintura. Si somos serios sobre las reformas debemos hablar de lo importante, de las armas nucleares rusas, un chantaje y la única razón por la que conserva el derecho de veto, porque en el aspecto militar, igual que en el económico, ya sabemos que pueden ser derrotados», ha añadido.

Puede ser el año de la derrota militar de Rusia

Preguntado por si teme una cronificación de la guerra contra Rusia, el embajador ha indicado que no, que están «en un punto muerto táctico», que Ucrania «ya ha logrado un cambio importante en el campo de batalla» y que 2023 «puede ser el año de la derrota militar de Rusia en Ucrania, aunque eso no signifique el final de la guerra».

«Es importante también que la sociedad rusa abandone la idea de atacar a cualquier país, ese es el desafío más importante», ha insistido Kyslytsya. También ha reiterado la necesidad de revisar la «arquitectura global», porque «la iniciada en 1945 en San Francisco no funciona en caso de una guerra en la que participe uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU».

Los ucranianos quieren regresar

«EEUU aporta el 22 % del presupuesto anual de la ONU, el Reino Unido el 4 %, Italia casi el 4 %, China el 11%, pero el país más grande del mundo, Rusia, menos del 2 %. Es otro hecho que habla de esta realidad, por eso hay que dejar de lado las visiones estereotípicas sobre Rusia en el Consejo de Seguridad», ha concluido.

En referencia a los refugiados ucranianos que han abandonado el país en los últimos meses, el embajador afirma que hay sondeos que indican que el 85 % quiere regresar.

«No huyen de un Gobierno poco democrático, sino de la invasión rusa. Tienen sus casas, negocios y familia en Ucrania. Aunque parezca una contradicción, el Gobierno les pide que esperen un poco».

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